El 4 de febrero de 1978 ocurrió en San Luis, más puntualmente en el dique La Florida, uno de los episodios OVNI más famosos de la Argentina, cuando un grupo de pescadores aseguraron haber visto una nave y a su tripulante. Sin embargo, hubo otro episodio sucedido ese año, el 30 de agosto, que le tocó protagonizar a un trabajador rural en cercanías de la localidad de Zanjitas. Miguel Héctor Freites, que por entonces tenía 26 años, asegura, hasta la fecha, que mientras alambraba un perímetro fue sorprendido por un artefacto muy grande que irradiaba una luz muy potente, ante el que perdió el conocimiento para despertar tres días más tarde a unos 80 kilómetros de distancia. Nunca supo a ciencia cierta dónde estuvo durante ese lapso, qué le pareció apenas unos segundos, aunque su experiencia fue más curiosa aún, pues sus captores le dejaron dos curiosos artefactos a modo de “regalo”, como también extraños tatuajes. De porqué esta historia no ha tenido en San Luis la trascendencia que lo ocurrido en La Florida, quizá se debe a que Freites eligió refugiarse en su vida campestre, aunque en principio intervinieron investigadores de Mendoza, y a ello se deben sumar las limitaciones de la prensa durante la dictadura militar. Compartimos a continuación una nota realizada hace algunos años en Navia por Alfredo Salinas, con Aldo di Fiore en cámara y la valiosa asistencia de José Rodríguez.